Descentralización en el Perú: Más allá del Presupuesto, un Reto de Gestión Pública.
ANÁLISIS POLÍTICO
En el año 2002, se promulgó en el Perú la tan esperada ley N° 27783 – Ley de bases de la descentralización, una medida que buscaba empoderar a las regiones y municipios, otorgándoles autonomía y recursos para el desarrollo local. Aunque esta iniciativa fue recibida con entusiasmo y esperanza, es innegable que, tras más de dos décadas de implementación, los resultados no han sido del todo satisfactorios.
La descentralización tenía como objetivo principal mejorar la calidad de vida de los peruanos, acercar la toma de decisiones al ciudadano de a pie y reducir las brechas de desarrollo entre las distintas regiones del país. Esto se materializó con la creación de los Gobiernos Regionales y Locales. Sin embargo, nos encontramos con una realidad decepcionante: aún existen marcadas desigualdades, tanto en infraestructura como en acceso a servicios básicos, entre zonas urbanas y rurales.
La ley de descentralización logró transferir recursos a los Gobiernos Regionales y Locales, pero el problema actual no radica en la disponibilidad de presupuesto ni en la distribución de los fondos, sino en la deficiente gestión pública. La falta de capacidad administrativa y técnica, la corrupción y la burocracia han limitado la eficiente ejecución de proyectos y la atención de las necesidades locales.
Además, ha sido evidente la ausencia de una planificación estratégica integral que vincule los planes de desarrollo regionales y locales con los objetivos nacionales. Esta desconexión ha generado la ejecución de proyectos aislados, sin una visión de conjunto que permita potenciar el impacto positivo en el desarrollo nacional.
Es imperativo que los líderes locales y regionales asuman la responsabilidad de implementar políticas públicas efectivas y transparentes. Se requiere una gestión pública más especializada, con procesos de selección de funcionarios basados meritocracia, y un enfoque en la rendición de cuentas y la inclusión de la participación ciudadana en la toma de decisiones.
Asimismo, es necesario fortalecer la capacidad técnica y administrativa de los Gobiernos Locales, proporcionando capacitación y recursos para una adecuada planificación y ejecución de proyectos. La colaboración y coordinación entre los distintos niveles de gobierno también son fundamentales para asegurar el éxito de la descentralización.
Finalmente, La descentralización en el Perú ha enfrentado numerosos desafíos, y su éxito ha sido limitado debido a un problema central: la gestión pública ineficiente. Superar este obstáculo requerirá un esfuerzo conjunto de todos los actores involucrados, con un enfoque claro en mejorar la capacidad administrativa, la planificación estratégica y la transparencia en la ejecución de proyectos. Solo así podremos hacer realidad el verdadero potencial de la descentralización por el bien de nuestro Perú.